INSECTICIDA
Las Tierras de Diatomeas como Insecticida
La tierra de diatomeas, formada por fósiles de algas microscópicas marinas muy cortantes, tiene diversos usos industriales, entre los que destaca su eficacia como insecticida natural frente a insectos, incluyendo hormigas, chinches y pulgas.
Es un insecticida totalmente natural y reconocido como biocida por la reglamentación europea. Se extrae de canteras naturales, refinándose mecánicamente, sin transformación química, siendo una materia prima casi inagotable. Su uso se está extendiendo al ser la solución más efectiva frente a plagas de pulgas, hormigas y chinches.


Cómo actúa la tierra de diatomeas
La tierra de diatomeas actúa mecánicamente sobre los insectos, con una doble acción: es un gran abrasivo y es desecante. Las partículas de las diatomeas trituradas tienen bordes microscópicamente afilados que resultan letales para los exoesqueletos de los insectos. Cuando los insectos caminan por la tierra de diatomeas, las finas partículas desgarran su caparazón exterior y matan al insecto por deshidratación.
El polvo de tierra de diatomeas tiene muchas ventajas sobre los insecticidas habituales.
- A diferencia de los pesticidas químicos, el riesgo de desarrollar resistencia al insecticida es escaso, dado que su acción es física y no química o metabólica, por lo que pueden ser utilizados tan a menudo como sea preciso
- Una vida útil extremadamente larga. Cuando se rocía con aerosoles, efectivamente algunos insectos mueren, pero otros muchos se alejan de la zona de pulverización, regresando cuando la eficacia del insecticida ha desaparecido. La tierra de diatomeas se mantiene estable (en lugares secos) y tiende a ser anulada solamente por la acumulación del polvo doméstico y otros desechos.
- Tiene una muy baja toxicidad en mamíferos hasta el extremo de que se utiliza en silos de granos o semillas.
- No deja residuos químicos
Frente a plagas de hormigas, caracoles, cucarachas, polillas…
Aplicar la tierra de diatomeas esparciendo el polvo por todos los lugares por donde pasan, así como en sus refugios (juntas de los pisos, fisuras, hormigueros, etc.). De esta forma se evita también la reproducción de los parásitos cuyas larvas se esconden en dichos refugios.
Hay que tener en cuenta que, para que sea efectiva la tierra de diatomeas, debe estar seca. Simplemente el rocío de la mañana puede hacerle perder su eficacia. En este caso, deberá reponer el polvo.